La atenta mano del hombre que, a partir del salazón, hecho rigurosamente a mano, hasta el calado al final de la curación, controla cuidadosamente cada paso y "firma" pieza a pieza nuestra producción. Nuestro punto fuerte es, de hecho, la unión entre el antiguo saber del charcutero y las tecnologías más modernas en el campo de la alimentación. Es precisamente la fusión de estos dos elementos lo que da vida a nuestro producto: dulce en el paladar, curado adecuado, color rojo cambiante y la garantía de calidad en cumplimiento de las normas alimentarias más restrictivas. Nuestra producción anual, cercana a los 2 millones de piezas, se divide entre jamón de Parma, jamón curado italiano y jamón serrano curado.